La Roja dio una función de lujo. Era uno de los candidatos, tenía un partido accesible y se hizo cargo de todo ello sin ningún tipo de dificultad. España despedazó a una pobre Costa Rica por 7 a 0 con un fútbol de muy alto vuelo. Dani Olmo, Marco Asensio, Ferrán Torres en dos oportunidades, Gavi, Carlos Soler y Álvaro Morata marcaron los goles.

En términos puramente futboleros, el equipo que dirige Luis Enrique le dio un “baile” atroz al de Luis Fernando Suárez. Desde el arranque, con su tenencia sumamente precisa y su paciencia exasperante, comenzó a controlar las acciones. Encima, cuando necesitó profundizar, Pedri, un especialista en pases filtrados, se cansó de habilitar compañeros.

A los 11 se puso en ventaja con el mejor gol colectivo de lo que va de la Copa. La tocaron todos a velocidad crucero y con un sólo control de por medio, hasta que Gavi metió un pase por arriba para Dani Olmo, que convirtió ante la salida de Keylor Navas.

Un rato más tarde, luego de otro largo tramo de manejo de la pelota, Sergio Busquets abrió para Jordi Alba, quien tiró un centro bajo y rápido para que Asensio defina a la carrera. El tiro fue algo al medio, pero debido a una respuesta floja de Navas se coló en el arco. Antes del cierre del primer tiempo, además, Óscar Duarte en un intento de rechazo le pegó en el tobillo a Jordi Alba y le cometió penal. Ferrán Torres puso el tercero desde los 12 pasos.

En la segunda mitad, el conjunto europeo bajó un poco la intensidad y reguló mucho más. Aún así, le dio para convertir cinco tantos más y perderse otros varios. Primero, Ferrán Torres corrió un pase bajo que parecía perderse en la defensa rival. Dentro del área dos defensores ticos y el arquero tuvieron la chance de llegar a cerrar, pero tardaron una barbaridad y el atacante tuvo dos chances de recuperarla, girar sobre la derecha y rematar para convertir el cuarto.

Luego, cuando Luis Enrique ya había mandado a la cancha varios cambios, cayó el quinto. Álvaro Morata, que no fue titular, corrió a fondo un buen pase en profundidad. Para evitar al arquero se abrió mucho y la jugada parecía diluirse. Pero, finalmente, metió un centro para Gavi que llegó a impactar de volea con la cara externa, en un gesto técnico exquisito, para ponerla contra un palo.

Los últimos dos fueron obra de los suplentes que entraron en el complemento. Nico Williams desbordó por la derecha y tiró un buen centro bajo. Navas quiso cortar pero dejó un rebote absurdamente corto que aprovechó Soler con toda tranquilidad. Y, el del final, vino producto de una secuencia de pases que pareció tener como único objetivo poner a Morata frente al arco. El delantero del Atlético Madrid no falló y marcó de zurda.

Las estadísticas del equipo costarricense marcan la pauta de lo brutal que fue la diferencia. Tuvo alrededor de un 18% de la posesión de la pelota, dio el 22% de los pases que dio su rival y no registró tiros al arco. España confirmó su favoritismo e ilusiona a los neutrales con un partidazo que se viene: el domingo enfrentará a Alemania, que tiene la necesidad de ganar tras caer ante Japón.