La millonada pagada y el nombre que tiene una institución como el Chelsea, sin demasiada historia en el siglo XX, pero con grandes logros desde hace 20 años, generaron enorme expectativa en torno al futuro de Enzo Fernández. Sin embargo, una vez que bajó un poco la espuma, comenzaron a surgir algunas preguntas y una de las principales fue: ¿Puede jugar la Champions League con su nuevo equipo?

El mediocampista surgido de River disputó dicho torneo con el Benfica desde las fases previas y hasta avanzó a los octavos de final, tras ganarle el grupo al Paris Saint-Germain. Su primer cruce directo será ante el Brujas.

El Chelsea, con algo más de sufrimiento, también logró avanzar a octavos de final y enfrentará al Borussia Dortmund. La pregunta sobre sí el mejor jugador joven del Mundial podría jugar esa instancia para el equipo londinense tiene una respuesta clara desde lo reglamentario: nada impide que un futbolista que jugó la Champions para un equipo pueda jugar para otro en caso de ser vendido.

Fernández podría tranquilamente jugar la serie ante los alemanes, pero, con un detalle para nada menor a tener en cuenta: la UEFA sólo permite que los equipos que superan la fase de grupos inscriban para los mano a mano a tres jugadores nuevos y el Chelsea compró a siete.

Las autoridades de la institución inglesa, que gastaron 330 millones de euros en refuerzos, tendrán que dejar afuera a más de la mitad de ellos de la competencia más importante. Entre Joao Félix, Mijailo Mudryk, Noni Madueke, Andrey Santos, David Datro Fofana, Benoit Badiashile y Enzo Fernández, sólo tres podrán jugar el máximo torneo continental europeo.

Todo indica que el argentino sería uno de los elegidos, no sólo por la importancia que le da Graham Potter, el entrenador, a su llegada, sino por la inversión realizada por él, la más alta de la historia de la Premier League.