Esta semana hemos podido vivir a través de los medios de comunicación una polémica con respecto a un término sánscrito que esta noche me gustaría desarrollar que es el  Karma. El origen de este debate data de hace dos años cuando el joven Pablo Salum denuncia abusos sexuales por parte del Maestro Amor. El Maestro Amor es el gurú de Claudio María Domínguez. Para los oyentes que no son de Argentina, este señor es el amplificador de la espiritualidad en Argentina. Tiene sus seguidores y sus detractores. En ese momento, y debido a este cruce, Dominguez visita el programa “Intrusos”, conducido por Jorge Rial, y tienen un cruce de opiniones. La polémica regresa estas semanas porque Claudio María Dominguez, que llevaba un tiempo apartado de los medios de comunicación y tras tener en ese momento cruces con el periodista de espectáculos Jorge Rial, volvió a hacer declaraciones en contra de Rial, Marcela Tauro y el periodista Luis Ventura.
 
Ahora, vamos a hablar seriamente de lo que es el Karma y lo que debería ser un referente espiritual. Todos queremos ser felices. Si pensamos que nuestro destino está en manos de Dios o que todo sucede al azar, un profundo sentimiento de falta de control hace que nos sintamos víctimas de las circunstancias y no hacedores de la realidad. Es como que no podemos forjar nuestro futuro. No está en nuestras manos. Aquí es donde entra el juego lo que el budismo reconoce como la Ley de la Causa y el Efecto, también conocida como Karma. Una clave fundamental para entender como hemos creado nuestro mundo con nuestras acciones a través del cuerpo, nuestras palabras, a través del verbo y nuestra mente, a través de nuestros pensamientos.
 
Cuando entendemos de verdad el Karma, comprendemos que somos responsables de todo lo que sucede en nuestra vida y saber que el futuro está en nuestras manos nos llena de confianza. Esta noche quiero hablaros de las leyes básicas del Karma, para que podamos aprender a transformar nuestro mundo.

La primera Ley es la Ley de la Motivación. Esta ley en simisma define lo que es el Karma, empezar a entender como nuestras propias acciones efectivamente van creando nuestras experiencias de vida. Y lo que de verdad determina la naturaleza de cualquier acción, positiva o negativa, es la motivación subyacente, es decir, lo que yo llamo la intención. Por lo tanto, es muy importante que comprendamos el propósito con el que sembramos una semilla. La actitud mental con la que sembramos una semilla que va a crear nuestra felicidad y la felicidad de los que nos rodean. La intención es enormemente poderosa, es la purificación de agua con la que regamos la semilla.
 
El segundo punto del que quiero hablaros  es el de los maestros. ¿De dónde venimos? Los cristianos y otras religiones dicen que de Dios, los agnósticos simplemente de papá y mamá y los budistas dicen que de momentos previos, de nuestra propia conciencia. Aquí entra de nuevo el concepto del Karma, la causa y el efecto. Ese es el principio creador del Budismo. Si te preguntas quién soy, por qué existo, de dónde vengo, por qué el mundo es así, por qué hay sufrimiento, el budismo te va a responder: “Porque hay KARMA”. Nuestra conciencia no es física, no viene de Dios, ni de Buda ni de cuerpo, ni de óvulo ni de esperma. Tu locura, tu experiencia, tu amor, tu odio, según los budistas provienen del karma.
 
También os quiero hablar de los 4 principios del Karma:

  •       El Karma es definitivo
  •       El karma incrementa
  •       Se tiene que experimentar la acción para obtener el resultado
  •       El karma no desaparece. Para transformarlo, se debe purificar.
  • ·    Toda acción crea un efecto que se corresponde de manera definitiva con la acción.
  • ·   Toda acción negativa repetida reiteradamente, se acumula, no se pierde, y se cura o desaparece a través de vivir sus consecuencias.