Emiliano Yacobitti es referente ineludible del radicalismo de la Capital. Aliado sustancial de Martín Lousteau, impulsor de Mariela Coletta, la actual presidenta de la UCR del distrito, y uno de los armadores que va ayudando a extender el poder de Lostaeau en todo el país.

Apadrinó la candidatura cordobesa de Rodrigo De Loredo, el joven que trituró a Mario Negri dn la PASO y luego derrotó sin atenuentes tanto a la agrupación del gobernador Juan Schiaretti, como el kirchnerismo mediterráneo.

Así, transformó a Negri en un presidente del bloque sin poder, símbolo de otra etapa de Juntos, cuando el alineamiento con Mauricio Macri significaba mantener el poder, aunque no lo tuviera en su propio territorio.

Y con un Negri debilitado, Yacobitti decidió dar pelea por la presidencia del bloque UCR en diputados. En una entrevista con Infobar, el dirigente expresó que: "A diferencia de lo que pasó en 2017 y en 2019, la mayoría de los diputados que va a ingresar a la Cámara en esta etapa vienen de ganar una PASO y una elección general. Cada uno tiene más peso propio que los que eran elegidos -como antes- a dedo o en una mesa de negociación. Nosotros creemos que la discusión de los espacios dentro del bloque debe ser más horizontal. Hay que defender a los candidatos que van a disputar en cada distrito en el 2023. Nosotros primero internamente discutimos que las PASO eran buenas para el espacio. Y muchos pretendían un partido más chico y cerrado para poder liderarlo. Pero las PASO fueron la clave que le permitió la victoria nacional a Juntos por el Cambio".

Por otro lado, el diputado por el distrito porteño insistió: "Las PASO permitieron, por ejemplo, la consolidación de nuevos liderazgos como Rodrigo De Loredo, que hizo la mejor elección legislativa en la historia de Córdoba. Eso fue debido a que por primera vez dentro de nuestro espacio primó la posición de que los candidatos se elijan en las PASO. Eso hace que los liderazgos sean más horizontales. Nosotros queremos trasladar eso a las Cámaras. No podemos tener un partido que sea un club de amigos, donde tenga más importancia quién está hace más tiempo. La prioridad tienen que ser los que van a disputar en el territorio. Todo para que Juntos vuelva a gobernar, pero no como gobernó en 2015, sino de una forma más ampliada".

Las batallas internas en la UCR empiezan a darse y seguramente se prolonguen por todo 2022. Desde la presidencia del bloque como en este caso, hasta la candidatura presidencial, que deberá estar definida el año que viene, para poder competir con el PRO dentro de Juntos en 2023. Cada espacio de poder, vale oro.