Repartió halagos. Usó tonos de maestra jardinera. "Volvió Heidi", dijeron algunos, irónicos. La agradeció a Horacio Rodríguez Larreta, le agradeció a Martín Lousteau, y le agradeció a Patricia Bullirch su "renunciamiento histórico". La ex ministra de Seguridad todavía masculla bronca, apenas sugirió una sonrisa ante el agradecimiento.

No omitió mencionar a Mauricio Macri, como fundador del espacio. Casi como cuando un profesor retirado es designado "presidente Honrario" de una institución.

"Acepto esta candidatura porque es un momento muy difícil y más que nunca siento que tengo que estar para defender a los argentinos de los atropellos y los abusos de poder. Quiero ir al Congreso para construir de nuevo la palabra futuro”, dijo Vidal, como si alguien se la hubiese ofrecido y no se hubiera impuesto para conseguirla.

Vidal le habló también a sus ex gobernador los bonaerenses, donde no quiso volver: “A los bonaerenses les digo que mi compromiso y respeto no cambió ni va a cambiar nunca. Nunca especulé, nunca saqué ventaja. En cada lugar puse el cuerpo y di todas las batallas”.

Después, empezó con una ofensiva lógica contra al oficialismo naciona, su rival en las generales y pidió: “las dificultades son tan complejas que necesitamos ser siempre muchos más y necesitamos más liderazgos, más gente que se comprometa, el cambio no lo puede hacer una persona, tenemos que ser muchos”,dijo.