Por lo pintoresco, el debate por las candidaturas estuvo centrado en los últimos días en la oposición. Pero el oficialismo también tiene sus internas, por ahora retóricas, pero no menos intensas.

"Acá Alberto no corta ni pincha, tampoco queremos que esté en la campaña, que arme la Capital", dice un operador clave del kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires. Está claro que ese es el territorio de Cristina y en todo caso, de Axel Kicillof. El presidente no tiene historia, ni militancia, ni fuerza política en el distrito mas importante del país.

Sin embargo, si logra colocar un solo candidato con expectativa de entrar, será leído como una victoria política. Armar las listas de la Ciudad, como quiere el kirchnerismo, es armar la lista perdedora, y arriesgar un hombre propio, tal vez de su propio gabinete a una derrota segura.

Por ejemplo Matías Lammens, que quiere quedarse en su ministerio, pero le dicen que lo necesitan. En el entorno del ex presidente de San Lorenzo dicen que: "no nos importa que Santoro sea mal candidato, no pueden forzarnos a que Matías sea el próximo Filmus".

El kirchnerismo, al que si quiere en las listas es a Santiago Cafiero. No porque crean que les aporta nada, sino porque aspiran a que deje la jefatura de Gabinete para poner un reemplazo que consideran "mas operativo" o tal vez en realidad sea, mas afín.

En el resto de las provincias juegan: cada gobernador y Cristina. Alberto tampoco tiene nada en el interior como para andar aspirando a cosas. Su relación con los gobernadores peronistas es tensa, y si alguien puede condicionar las listas de los caciques locales, es el kirchnerismo y su armado, que es potente en ciertas provincias.

Lo que nadie puede omitir es que, en Provincia de Buenos Aires y en varios otros distritos, Sergio Massa quiere lo suyo. Saben en el kirchnerismo que si el presidente de la Cámara de Diputados no es adecuadamente satisfecho en sus intereses, se adelanta la guerra por la sucesión de Alberto, algo que no le conviene a nadie.

De modo que si a alguien se le ceden lugares en las listas, especialmente en Provincia de Buenos Aires, es a Massa.

Otro aspecto que el presidente debe considerar es que está siendo empujado a un cambio de gabinete. Son varios los ministros que dejarán sus lugares antes o después de la elección. Los K dicen que es por "los funcionarios que no funcionan", los albertistas hablan de "refrescar la gestión". 

Si es uno u otro motivo se verá en los que salgan y con los que entren. Si el kirchnerismo consigue "cargarse" a Cafiero u otros funcionarios del riñón presidencial, el refresco es una excusa del verdadero motivo: la toma de una mayor porción de poder de cara a 2023.