En la madrugada del lunes, la provincia de Mendoza fue sacudida por un sismo de 4,1 grados en la escala de Richter, con epicentro a tan solo 22 kilómetros de la capital mendocina, según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica. Debido a su poca profundidad, el temblor fue percibido por una gran cantidad de habitantes. Según los datos oficiales, el sismo se produjo a 10 kilómetros de la superficie.

Este evento se suma a una serie de movimientos telúricos que se han registrado en la región, ya que horas antes de la medianoche y durante la madrugada, se sintieron temblores en San Juan. Además, durante la mañana del domingo, se registró un sismo en la localidad de Santa Rosa, Mendoza, alrededor de las 11 de la mañana, con una magnitud de 2,1 grados en la escala de Richter. Afortunadamente, no se reportaron daños materiales ni heridos a raíz de este último evento.

Estos sucesos refuerzan la importancia de la vigilancia sísmica en una región de alta actividad geológica como la provincia de Mendoza, donde la preparación y la conciencia pública sobre los protocolos de seguridad son fundamentales para mitigar los riesgos asociados a los fenómenos naturales.