Es difícil sacar algo positivo de una eliminación. Pero, San Lorenzo demostró en el segundo tiempo cual es el camino que debe seguir para transformarse en un equipo peligroso, tanto a nivel local como en la Copa Sudamericana.

El conjunto argentino igualó 2 a 2 con Santos en Brasil y por el 1-3 de la ida se quedó afuera. Marcos Leonardo y Pará convirtieron para los brasileños, mientras que Franco Di Santo y Ángel Romero anotaron para la levantada de los de Boedo.

El equipo argentino intentó disputar el partido unos metros más arriba. Se expuso abajo ante un rival fuerte pero también se acercó al área rival con más hombres que en el primer tiempo de la ida.

Con el resultado existente, la postura del equipo de Diego Dabove fue la lógica. Aún así, el conjunto local se hizo dueño de la pelota. Sin apuro, la hizo circular con el reloj y el resultado a su favor, más allá de algún ataque de San Lorenzo. Y cuando se decidió a acelerar y saltear la presión encontró una defensa desguarnecida.

A los 22 Gabriel Pirani filtró un pase para Marcos Leonardo que encontró el espacio en el sector izquierdo de la defensa, se metió en el área, fue hasta el fondo y cuando parecía que no tenía ángulo más que para un centro sin destino, sacó un remate muy ajustado y sorprendió a Jose Devecchi.

Después del 1 a 0, San Lorenzo intentó empatar rápido. Por medio de empellones, más que jugadas de gran calibre, molestó al arquero João Paulo, pero no pudo concretar. No hizo una mala primera parte, pero se encontró con un equipo mejor y más eficaz. De hecho, en la última acción, tuvo una muy clara que desactivó con una doble tapada del arquero, quien tras dar un flojo rebote, se recuperó increíblemente y le atajó una pelota muy difícil a Nicolás “Uvita” Fernández.

En la segunda mitad, el Cuervo salió a llevarse puesto al conjunto local con la poca ilusión que le quedaba. Un gol en el arranque del complemento podría haberle dado otro impulso.

Pero otra vez el arquero intervino ante un buen remate de afuera de Óscar Romero y luego Fernández, tras una serie de rebotes y con el arquero descolocado, la tiró afuera. Poco después, tras una jugada totalmente fortuita Gabriel Rojas se fue expulsado y la ilusión del conjunto de Boedo quedó muy comprometida.

Tras una pelota parada, Diego Rodríguez intentó finalizar la jugada rematando de afuera, pero con tan mala suerte que un futbolista del Peixe despejó y la pelota le cayó exacta a Marinho para contraatacar sin oposición.

A pesar de la velocidad del atacante, Rojas lo persiguió y se tiró a barrer, pero el brasileño protegió bien la pelota y consiguió sacar la infracción que por tratarse de un acción que hubiese derivado en un mano claro, terminó en expulsión.

A los 11 de la segunda mitad, el equipo brasileño pareció finalizar la serie. Soteldo condujo magistralmente la transición, cambió de ritmo y se cerró desde la izquierda hacia el centro para generarle el callejón a Pará, quien pasó por la banda izquierda y con derecha le dio cruzado para concretar el 2 a 0.

Pero, un minuto después, Di Santo descontó para el equipo visitante. Tras haber tenido varias chances, el tanto de cabeza del goleador, tras un córner, llegó en un momento un tanto inoportuno, pero aún así dejó una puerta abierta.

Y tras una larga etapa en la que pasó poco, a falta de 12 minutos, Ángel Romero combinó con su hermano, recibió, pateó de afuera y ante una floja respuesta de João Paulo encontró el empate.

El Santos, relajado, dio lugar a la ilusión del Ciclón que con 10 convirtió todo lo que no había podido con 11 futbolistas. Federico Gattoni tuvo el tercero también de cabeza, la máxima virtud del equipo argentino y la gran debilidad de los brasileños, pero el arquero de local se reivindicó y tapó una acción muy difícil.

Pese al empuje de los de Dabove, la hazaña no fue posible. Los jugadores mostraron una dignidad enorme y a pesar de la eliminación, la imagen que queda es mucho más positiva que en la ida. Más allá de los problemas que pueda tener, al equipo de Boedo le tocó en esta fase previa un serio candidato. Un equipo que a pesar del irreconocible segundo tiempo que jugó, fue potenciado por Ariel Holan y viene de estar muy cerca de lograr el título la temporada pasada.

Santos irá a parar al grupo de Boca que tendrá que tener gran cuidado. San Lorenzo pasará a jugar la Copa Sudamericana. Debutará ya la semana que viene contra Huachipato y compartirá grupo con el equipo chileno, con 12 de Octubre de Paraguay y con Rosario Central.

Dado que solo clasifica uno por grupo, el Ciclón tendrá la difícil tarea de disputarse casi a mano a mano un puesto en la siguiente ronda con un rival del mismo país, algo que todos prefieren evitar.