Tras el cacerolazo que tuvo lugar la semana pasada en la puerta de su domicilio, Norberto Oyarbide se reivindicó como un “juez independiente” y reveló que durante el episodio recibió “unas 50 llamadas” con fuertes amenazas.

“No fueron sólo las cacerolas, sino que el peor de los momentos fueron todos los llamados que yo recibí en mi casa, arriba de 50, en los que todas las personas preguntaban por mí, me deseaban la muerte, que me muera de un cáncer. Todos exactamente igual, en una misma versión. Y muchos de ellos puteando a mi madre que es lo que más me duele”, dijo el magistrado en declaraciones radiales.

El escrache fue motivado por llevar la causa contra el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, de la que Oyarbide decidió apartarse. La denuncia contra el polémico funcionario fue presentada por la despachante de aduana Paula de Conto, quien públicamente festejó el apartamiento del juez federal del caso porque dijo que era un representante judicial que resolvía a favor del gobierno.

“Explique (ante la justicia) que todos esos sucesos me colocaban en un punto por los que yo me sentía alcanzado. Eso posibilita que el magistrado de inhiba (de tomar la causa), dijo el juez.

“Siempre han dicho que he fallado a favor del gobierno. Es lo mismo que dice (Sergio) Schocklender, es lo mismo que dice (Juan) Zanola y están en todo su derecho a decirlo. Yo continúo siendo juez y hay mecanismos que permiten plantear una recusación puntual o solicitar un juicio político o apelar las resoluciones”, se defendió Oyarbide.

El magistrado también señaló que después de salir de los tribunales de Comodoro Py 2002, en el barrio de Retiro, su cabeza es un “Kohinoor”, en alusión al tradicional secarropas que funciona a miles de revoluciones por minuto y conocido por el histórico eslogan ‘poderoso el chiquitín’.

“Porque estar allí adentro viviendo es algo sumamente especial por las responsabilidades, por la resonancia de las resoluciones, por las alternativas que se presentan”, dijo.

“No es lo mismo investigar una persona que se apodera de modo irregular de un bien, que puede ser un vehículo o un pasacasete, que investigar a la presidenta de la República Cristina Fernández por denuncias que me han llegado”, expresó.