Tras haber sido favorecidos por un ruidoso fallo judicial, los acreedores que rechazaron participar en la reestructuración de deuda de la Argentina pidieron a un juez federal de Manhattan que fuerce al país a pagar lo que debe.

NML Capital, una filial del fondo Elliott, hizo el pedido en representación de tenedores de bonos incumplidos por un valor nominal del 1.400 millones de dólares. Una corte de apelaciones norteamericana dijo el mes pasado que la Argentina discriminó a esos acreedores, que son los que decidieron no participar de las dos ofertas de canje que hizo el país en 2005 y 2010.

El juez Thomas Griesa había ordenado meses atrás a la Argentina a tratar a todos sus acreedores en los mismos términos. Pero dejó en suspenso la aplicación de su sentencia mientras Argentina la apelaba ante la corte del segundo circuito en Nueva York.

Pero ese tribunal falló en contra del Estado argentinos el 26 de octubre, lo que desató una fuerte caída en el valor de sus bonos de deuda y llevó a Standard & Poor's a rebajar la calificación de riesgo crediticio del país.

La corte devolvió el caso a Griesa para que él determine una fórmula de pago que funcione y que sea aplicable en entidades intermediarias como los bancos que se usan para realizar los desembolsos.

Pero NML dijo que la presidente argentina, Cristina Kirchner, así como funcionarios de su gabinete prometieron que nunca cumplirían con las órdenes de pago a los acreedores rebeldes, incluyendo a los que el Ejecutivo llama "fondos buitre".

NML pidió a Griesa que llame a una audiencia el 15 de noviembre para dejar sin efecto la suspensión de su fallo original.

Argentina "usará y abusará de cualquier táctica de demora necesaria para evadir a esta corte", escribió en el pedido el abogado de NML Robert Cohen.

En este marco, ayer el gobierno de Ghana amenazó con usar la fuerza para mover la Fragata Libertad, que lleva más de un mes retenida en el puerto de Tema. Desde la Cancillería argentina se negaron a que siquiera se toque al buque insignia, y afirmaron que sólo nuestros militares pueden navegarlo.

Las operaciones de reestructuración que llevó adelante el país buscaron dejar atrás el mayor incumplimiento de deuda soberana de la historia, por un monto de unos 100.000 millones de dólares.

Acreedores con un 93 por ciento de esa deuda aceptaron las propuestas de intercambio de papeles, pero sin embargo Argentina se mantiene fuera de los mercados de deuda en parte por el temor a que las emisiones sean bloqueadas o los pagos embargados.