Néstor Kirchner hizo fuertes declaraciones sobre varios temas de candente actualidad en la agenda política.

Sobre el proyecto de matrimonio homosexual, que cuenta con media sanción, advirtió que las presiones de la jerarquía católica para que se rechace la norma indica la impotencia argumentativa de ese sector.

"Cuando se tiene que presionar es porque hay muy pocos elementos para convencer", planteó con su habitual mordacidad.

Sobre el proyecto opositor para impulsar la vuelta del 82 por ciento móvil como piso de las jubilaciones, les pidió a los ancianos que "no se dejen manosear por oportunismos lamentables", y advirtió que "es absolutamente imposible" otorgar semejante aumento de la noche a la mañana.

"He dicho con total claridad, con la autoridad que me da el haber sido presidente de la Nación, que no hay ninguna posibilidad" de satisfacer esa demanda, acotó.

"No se puede jugar con la política y con los jubilados. Hay algunos dirigentes que quieren volver a hacer saltar el sistema jubilatorio por los aires y dilapidar los fondos recuperados" desde 2003, denunció.

Finalmente, el diputado apuntó que "el caso Sadous es una telenovela de cuarta, ya lo dijo la presidenta".

Así definió la presunta existencia de embajadas paralelas de acuerdo a dichos del ex embajador argentino en Venezuela.