Julio “Chocolate” Rigau se encuentra en una situación legal complicada y es probable que continúe en prisión preventiva. Tras el análisis de su celular, la fiscal Betina Lacki solicitó esta medida debido a su presunta participación en la extracción de dinero de tarjetas de débito de empleados de la Legislatura bonaerense.

Según fuentes judiciales, la fiscal presentó esta petición al juez de Garantías Federico Atencio después de que Rigau fuera arrestado por segunda vez el 14 de octubre, tras entregarse en la comisaría Segunda de La Plata. La primera detención tuvo lugar el 9 de septiembre, cuando la Policía local lo interceptó mientras realizaba movimientos sospechosos en cajeros automáticos en el centro de La Plata, donde fue encontrado con 48 tarjetas de débito, 1.200.000 de pesos en efectivo y un cuaderno con claves.

Según los registros de conversaciones, Rigau habría estado cobrando mensualmente 200.000 pesos para llevar a cabo estas operaciones, las cuales, según la fiscal, tenían fines irregulares y se realizaban en colaboración con dirigentes del Frente Renovador, entre ellos Claudio y Facundo Albini, padre e hijo. Claudio Albini ha sido funcionario del área de Personal de la Cámara de Diputados bonaerense durante varios años, mientras que Facundo Albini es un concejal reelegido en octubre.

La fiscal concluyó que estas transacciones de Rigau involucraban a trabajadores que, a cambio de obra social y aportes jubilatorios, entregaban casi la totalidad de su sueldo, lo que ella consideró como una práctica fraudulenta. El 10 de noviembre, Rigau tuvo la oportunidad de brindar su testimonio ante la fiscal, pero optó por mantenerse en silencio.

El escándalo revelado por medios de comunicación generó un notable silencio en el ámbito político en medio de la campaña electoral. La fiscal amplió la imputación inicial de "estafas reiteradas" a "asociación ilícita", un delito grave que involucra a los titulares de las tarjetas y a los Albini.