La Confederación General de Trabajo (CGT) ha decidido convocar al segundo paro general contra el gobierno de Javier Milei. Esta medida de fuerza fue tomada menos de un día después de que los funcionarios nacionales recibieran a la CGT en la Casa Rosada. Además, se resolvió llevar a cabo una masiva movilización en Plaza de Mayo para el 1 de mayo, Día del Trabajador, en rechazo a las políticas del Gobierno.

La decisión fue debatida por el Consejo Directivo cegetista en su sede de Azopardo 802, donde se analizó la reunión previa con el ministro del Interior, Guillermo Francos; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero.

Hubo diferencias de opinión dentro de la CGT, ya que algunos sectores proponían realizar el paro después de la movilización del 1° de mayo para evaluar la respuesta de las bases, mientras que otros querían llevar a cabo la medida de fuerza de manera inmediata.

A pesar de esto, los dirigentes sindicales ya habían adelantado a los funcionarios que se iba a definir la fecha de nuevas "medidas de acción directa" y que se confirmaría la concentración en Plaza de Mayo.

En la reunión en la Casa Rosada, no se solicitó la cancelación o postergación de las medidas de fuerza y se mostraron gestos de buena voluntad hacia los líderes de la CGT. Se ofrecieron disculpas por no haber convocado al diálogo antes y por no haber consensuado la reforma laboral del DNU 70.

Además, se acordó discutir en conjunto el contenido de una "modernización" de la legislación laboral para incluirla en la Ley Bases, pero sin los artículos que generaban preocupación en la dirigencia sindical por poner en riesgo su estructura de poder.