El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, denunció que La Cámpora y otros sectores kirchneristas le quieren cargar “el fracaso del modelo”. Reafirmó que gobernará hasta el 2015 y negó que su Policía haya espiado a la presidenta.

Sin recursos para pagar sueldos, enfrentado con la Casa Rosada y la rama provincial de La Cámpora y distanciado de los intendentes, Daniel Peralta denunció ayer un intento de “desestabilización” de su gobierno y avisó: “El único que me puede sacar es el pueblo” .

Peralta girará hoy a la Legislatura provincial el pedido de autorización para emitir un nuevo bono por 200 millones de dólares que le permita cubrir los gastos corrientes de una provincia con un déficit mensual de 100 millones de pesos. Algunos intendentes ya manifestaron que sus legisladores se opondrían a aumentar el endeudamiento provincial.

En diciembre pasado, apenas comenzado el segundo mandato de Peralta, La Cámpora denunció un “plan de ajuste” detrás del proyecto de reforma previsional impulsado por el gobernador y abandonó sus cargos en el Ejecutivo. Para Peralta, esa agrupación “es parte del Frente para la Victoria pero está claro que no militamos en el mismo espacio”.

Desde su entorno aseguran que hace meses que no habla con la presidenta, que ni siquiera coordina con él sus actos en Santa Cruz. Y Julio De Vido mantiene un diálogo directo con los intendentes, puenteando al gobernador. “Hay un sector que quiere cargar en mi espalda el fracaso del modelo. Quieren cargarme la desdicha que está pasando nuestra gente, que tiene razones estructurales”, acusó Peralta.

Por Continental, el senador de la Unión Cívica Radical por Santa Cruz Alfredo Martínez consideró “ridícula” la acusación de espionaje contra la presidenta.