Los hogares con ingresos altos verán impactado un aumento del 15% en sus boletas  a partir de marzo, y para cuando se incremente el consumo de gas para el invierno, la tarifa habrá escalado a un 150%.

El Gobierno intenta contener los subsidios energéticos y desde junio del año pasado, se aplicaron cinco aumentos autorizados para los usuarios de este servicio.

Para los hogares que poseen subsidio, no impactará esta actualización que corresponde al 28,25% sobre el valor promedio que se abona por producir e importar el gas. Quienes tengan ingresos promedio, el aumento regirá luego de superar el nivel de consumo asistido, el cual varía según la zona geográfica y distribuidora.

Los hogares que superen los $510,818 mensuales se verán afectados al aumento que el Gobierno anunció en el Boletín Oficial bajo la resolución 6/2023, así como a quienes no se inscribieron al Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).

“Con esa composición por origen del total de gas necesario para abastecer la demanda prioritaria estimada para el año 2023, se estima que su costo anual alcanza los US$2935 millones, equivalentes a $653.498 millones, resultando un precio ponderado promedio de US$5,22 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector). Dicho porcentaje se incrementa en los meses de invierno, en los cuales el costo de abastecimiento se encarece por mayores importaciones”, se lee en el Boletín Oficial.

Las subas en las facturas de gas se componen por el consumo de gas, el transporte a los centros de consumo, la distribución en los hogares y los impuestos nacionales, provinciales y municipales.

El Ente Regulador del Gas (ENARGAS), debe definir el aumento general del servicio cuando se actualicen los valores de servicio de transporte y distribución. Se estima que en total alcance un 80%, independientemente de los ingresos hogareños.