En medio de la batalla legal con los fondos buitre, el Gobierno hará frente este jueves al vencimiento de deuda más elevado del año y desembolsará 2.070 millones de dólares para pagar capital e intereses del Bonar VII.

Con este pago, el Ejecutivo pretende dar una fuerte señal hacia el exterior y fundamentalmente hacia la Justicia de los Estados Unidos, en cuanto a que cubre las obligaciones contraídas con los canjes de deuda. Si bien el pago se concretará con reservas del Central, que se ubican en 36.650 millones de dólares, una parte de ese monto, estimado en 300 millones no serán retirados ya que están en manos de organismos oficiales y por eso quedarán en el sistema.

Los dólares serán depositados en la Caja de Valores para que puedan ser cobrados por los tenedores de los bonos y girados al exterior sin ninguna dificultad. Con este pago, confirmado la semana pasada, la administración de Cristina Kirchner pretende demostrar el compromiso político y económico de la Argentina con sus acreedores.

En rigor, este vencimiento se produjo justo en un momento de inflexión en la batalla legal contra el fondo buitre NML de Paul Singer, que consiguió un fallo a favor de primera instancia y ante la Cámara de los Estados Unidos por el pago de 1.330 millones de dólares en bonos que no entraron a las reestructuraciones de 2005 y 2010.