El telescopio espacial James Webb determinó que el exoplaneta 55 Cancri e, descubierto en 2004, tiene una 'atmósfera secundaria, según un estudio publicado en la revista Nature. Es rocoso y se encuentra a 41 años luz de la Tierra.

Según Brice-Olivier Demory, uno de los coautores del estudio, “55 Cancri e es uno de los exoplanetas más enigmáticos. A pesar de la enorme cantidad de tiempo de observación obtenido con una docena de instalaciones terrestres y espaciales en la última década, su propia naturaleza ha permanecido esquiva, hasta hoy, cuando las piezas del rompecabezas finalmente pudieron unirse gracias al Telescopio Espacial James Webb (JWST)”.

Su masa des de 8.08 Tierras (similar a Neptuno), y es un planeta rocoso que orbita una estrella similar al Sol en tamaño y brillo; por ello, es llamado 'supertierra'. Sin embargo, su temperatura es mucho mayor, ya que orbita más cerca de su astro, Copérnico, que Mercurio del Sol: sólo tarda dieciocho horas en completar un giro alrededor de la estrella. 

Por todo ello, se estima que su superficie es completamente un océano de magma. Además, no gira sobre sí mismo. Como la Luna con el Sol, una cara se orienta hacia el astro y la otra experimenta una noche eterna. 

Los datos aportados por el JWST permitieron medir “la cantidad de luz infrarroja proveniente del lado diurno del planeta en múltiples longitudes de onda simultáneamente”, que impulsó a los científicos teorizar sobre su temperatura, que estimaron en unos mil quinientos grados centígrados. Todo lo cual indica una distribución de energía del lado diurno al nocturno del planeta. 

'Atmósfera secundaria' refiere el hecho de que no se creó por acumulación de capas en los momentos iniciales de formación del planeta, sino que es producto de activiad volcánica. La cercanía de Copérnico hubiera aniquilado toda atmósfera primaria. En cambio, los gases volcánicos repondrían constantemente la atmósfera secundaria.