El Gobierno anunció hoy un plan de pagos de hasta 24 cuotas, con una tasa mensual del 1,9%, para empresas y contribuyentes que adeuden impuestos y cargas sociales, pero aclaró que no podrán participar compañías que despidan personal.

Así lo indicaron en conferencia de prensa el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.

Además, señalaron que se aumentó de 10 a 30 millones de pesos la facturación límite anual para ingresar a los "miniplanes" de pago, de seis cuotas para las empresas de servicios, y a 50 millones para el resto de la economía.

Echegaray señaló que el volumen de deuda consolidada de los impuestos adeudados supera los 36.000 millones de pesos y 1,2 millones de contribuyentes.

La deuda mayor es la de Contribuciones Patronales, con 16.000 millones, seguido de 9.000 millones por impuestos diversos, 5.500 millones por ganancias, y gravámenes aduaneros por 4.400 millones.

Por otra parte, el titular de la AFIP estimó que este mes la recaudación podría superar los 100.000 millones de pesos. La virtual moratoria alcanzará a alrededor de 700 mil empresas, que dispondrán planes de 24 cuotas para regularizar su situación impositiva.

Echegaray rechazó el término "moratoria" al señalar que no se trata de un perdón fiscal, porque quienes se acojan a los planes no tendrán quita en sus deudas cuyo pago llegará a un interés anual del 22,8 por ciento, muy por debajo de las estimaciones inflacionarias.

Kicillof, por su parte, tras elogiar la tarea de recaudación de la AFIP, dijo que la medida está en línea "con lo que pidieron CAME y la Unión Industrial Argentina", durante las negociaciones en agosto del año pasado, en el marco de la mesa de diálogo iniciada por el gobierno.

A propósito, según pudo saber NA, Kicillof llamó especialmente a Osvaldo Cornide, titular de CAME, para anticiparle el anuncio referido a la solicitud de la entidad, que luego expresó su satisfacción a través de un comunicado.

El ministro anunció que las empresas que adhieran al plan no podrán efectuar despidos de personal hasta la finalización de la refinanciación de la deuda impositiva.

"Este es un camino de ida y vuelta porque por una parte permitimos que a las empresas, que tienen que realizar un esfuerzo para regularizar sus impuestos, también el Estado les está dando una flexibilidad para pagarlos", añadió el ministro.

El titular de Hacienda consideró que las dos medidas permitirán formalizar parte de la economía en negro y mejorar los mecanismo de recaudación impositiva.