Cristina Fernández vetó este jueves la ley que elevó las jubilaciones al 82 por ciento del salario mínimo, vital y móvil, sancionad por el Congresos horas antes.

La presidenta consideró que la norma representa “la quiebra del Estado” y una “estafa” a la clase pasiva.

“Tengo mucha responsabilidad, son 40 millones de personas que dependen de las cosas que hagamos los que tenemos responsabilidad en el Estado”, dijo durante un acto en la Casa de Gobierno y agregó que esto “no puedo permitirlo como presidenta de la Argentina. Me obliga a mí la ley, que cuando se sanciona una norma que aumenta gasto y egresos tiene que poner de dónde viene. Además de esta cuestión está claro que lo que se intenta es desfinanciar y quebrar el Estado”.

El discurso de la presidenta en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada fue interrumpido por un inesperado corte de suministro eléctrico, que se extendió unos tres minutos.

Luego, la presidenta recordó que tanto ella como todos los funcionarios del Estado "deben poner de dónde viene el financiamiento" cuando estipula los gastos y egresos.

Fernández dijo que en los considerandos del decreto, "recordamos la historia de lo que fue la prevision en la República Argentina". En ese sentido, enumeró que en 1958 se instaló el 82 por ciento móvil y que en 1962 comenzaron los defícits y juicios contra el Estado por falta de financiamiento; dijo que en ese momento comenzó "la tragedia previsonal argentina".