El primer tiempo fue un enredo, casi a la medida de Chile. El equipo trasandino clavó una última línea de cinco defensores y puso a trabajar a sus mediocampistas para evitar que Brasil lo desborde. La verdeamarelha, a priori, se comía a los chicos crudos, cuando empezó el partido con cuatro delanteros: Neymar, Gabriel Jesús, Richarlison y Roberto Firmino.

Pero ninguno de ellos pudo nunca superar el cerrojo que le puso Chile, los controló, mantuvo la pelota en su poder un rato cada vez que la recuperó, ningún bresileño mostró gambetas desequilibrantes o juego asociado útil.

Y así, transcurrió un primer tiempo de bajo vuelo, acomodado a las necesidades de La Roja.

En el segundo tiempo todo cambió en un minuto. Tité sacó al intrascendente Firmino y puso a Paquetá. En el minuto uno, Casemiro para Paquetá, este para Neymar que devuelve de taco en la puerta del área, Paqueta le gana al último defensor y pone el 1 a 0. 

Así como todo cambio en ese instante, todo volvió a cambiar menos de dos minutos después, porque Gabriel Jesús se le ocurrió ir con una plancha descalificadora a la altura de la cara de Mena que puedo haberle costado carísimo al chileno. Lo impactó de costado, de frente hubiese sido una masacre. Se llevó la roja, dejó a Brasil con 10, debió llevarse además, una prisión preventiva.

Los de Tite se acomodaron atrás, prestos a salir de contra y Chile fue, con sus limitaciones claro, merodeó, arrimó, sin profundiad. 

A los 17 los trasandinos mandaron un centro desde la izquierda, Pulgar la cabeceó y Vargas atropello al gol. Inmediatamente el árbitro argentino Lousteau anuló el gol por off side y esperó a ver que le decía el VAR, que confirmó la medida. Cuando repitieron la acción, con la líneas rojas del equipo ténico, no llegaba a percibirse con claridad la posición adelantada. Si lo fue, lo fue por milímetros, humanamente imperceptible. La tecnología al servicio de los poderosos.

El partido siguió, con Chile merodeando, Brasil parado de contra y un partido que se puso caliente y áspero despues de la anulación del gol. A los 22 escapó Neymar por izquierda, le ganó a dos, encaró a Bravo y conjuró el arquero.

Siguió yendo Chile, y con otro centro medio pifiado, la pelota cayo en la cabeza de Brereton, el delantero inglés de madre chilena, que es lo mas parecido a un poste sin virtudes, pero que el técnico chileno creyó conveniente convocar por algún motivo misterioso. El hecho es que la pelota le dio en la cabeza a Brereton y se estrelló en el travesaño.

Chile se iba apagando por una cuestión física, sus jugadores clave son mas que treintones y el trajín de atacar a Brasil no es chiste. A los 32 otro centro, la tomó Meneses en el punto del penal y la mandó dos metros sobre el travesaño.

Y ahí terminó el partido. Brasil con muy poco, casi nada, esta en semis con Perú y da la sensación que con tan poco le alcanzará para llegar a la final. Un ataquecito de Ney, una pared, un desborde o un fallito arbitral con buena onda y lo veremos en esa definición en el Maracaná.