No fue una actuación demasiado lúcida, pero la Argentina cumplió con su deber y evitó imprevistos preocupantes de cara a la próxima fase. Le ganó por 4 a 1 a Bolivia y aseguró el primer lugar del Grupo A.

Alejandro Gómez, Lionel Messi en dos oportunidades y Lautaro Martínez convirtieron para el conjunto nacional, mientras que Erwin Saavedra descontó para los bolivianos.

La diferencia de jerarquía quedó plasmada muy temprano en el partido. El “Papu” Gómez, nuevamente, como ante Paraguay, se mostró como el futbolista más peligroso. Primero, tras un buen pase de Marcos Acuña, tiró un centro atrás y Sergio Agüero, muy cerca de Carlos Lampe no pudo direccionar bien el tiro y en el rebote tampoco pudo Ángel Correa.

Apenas un minuto más tarde, Correa se filtró desde la derecha, se la dio muy atrás a Messi, pero el 10 giró y metió un pase flotado para que el “Papu” de aire, deje sin chances al arquero y marque el primer gol.

Si no se hubiese repetido en encuentros anteriores, podría decirse que el conjunto argentino reguló cuando atacar y cuando no, en buena parte del primer tiempo. Pero dos cosas se han repetido con frecuencia en esta fase de grupos en la Argentina: los goles tempraneros y la sesión absoluta de protagonismo como consecuencia posterior.

Bolivia manejó la pelota con criterio pero con muy escasas chances de lastimar realmente. Hasta que a los 30, nuevamente el “Papu” decidió acelerar y crear otra situación de gol. Entró al área por la izquierda, enganchó hacia adentro y luego hacia afuera y se tiró de manera grosera ante un contacto que nunca existió de parte de Diego Bejarano.

De ningún modo fue penal, pero el árbitro lo sancionó y el VAR no lo corrigió. Messi, desde los 12 pasos, puso el 2 a 0.

Lo posterior fue similar. El equipo nacional con mucha tranquilidad y sin ningún apuro, cediéndole la pelota en muchos tramos a un rival sin argumentos para generar daño.

A los 41, nuevamente, el equipo de Lionel Scaloni cambió el ritmo y encontró la red. Agüero, que venía demasiado impreciso en pase y definiciones, le puso una asistencia formidable a Messi, por arriba, pero entre líneas. El capitán tiró la diagonal que pedía la jugada y con la pelota picando definió por encima de Lampe.

Con un desgaste menor, la Argentina consiguió irse al entretiempo con una tranquilidad total. Incluso, pudo conseguir algún tanto más, pero en dos ocasiones desde un lugar muy parecido, el sector derecho del área, el “Kun” falló en la definición. En un tiempo, los de Scaloni hicieron la misma cantidad de goles que en los anteriores tres partidos.

En la segunda mitad, Argentina intentó descansar un poco más con la pelota. Y durante un rato lo logró, pero a los 14, y casi sin anuncio, Bolivia descontó. Leonel Justiniano se desprendió de los volantes y le ganó la espalda a Acuña. Lanzó un centro bajo y Saavedra, a la carrera, anticipó y convirtió.

Poco después, el entrenador empezó a realizar modificaciones que tuvieron intervención en el juego. Lautaro Martínez y Giovani Lo Celso entraron por Agüero y Correa. A los 20, en la primera que tocó, el centro delantero del Inter convirtió, en contraposición a lo errático que había estado el flamante refuerzo del Barcelona.

Messi habilitó bien a Acuña que centró. Lampe despejó, Gonzalo Montiel remató y tras un rebote, Martínez definió sin oposición. El equipo argentino cumplió con lo que debía sin correr riesgos de lesiones o expulsiones.

En un contexto difícil para evaluar, dado que el rival no sirve como parámetro, algunos aprovecharon su chance. “Papu” Gómez y Ángel Correa son los que mostraron un mejor rendimiento. Quizás lo del primero sea aún más destacable porque ya había jugado bien ante Paraguay.

El próximo sábado enfrentará por los cuartos de final a Ecuador, en el primer partido de eliminación. El equipo de Gustavo Alfaro ha tenido un bajón en el último tiempo y hace rato no gana.

Sin embargo, es un equipo que puede incomodar tanto desde lo táctico como desde lo técnico, dado que tiene varios futbolistas de muy buen pie, algo que pudo apreciarse en el segundo tiempo de su último partido, frente a Brasil.