En el primer tiempo el partido estuvo siempre en los pies de Argentina, o mejor, estuvo en los límitadísimos pies ecuatorianos. La Selección albiceleste manejó el partido, pero sus llegadas estuvieron siempre relacionados con los errores del rival que no estuvo a la altura.

Tuvo dos en los primeros 15 minutos Lautaro Martínez, pero en una definió mal, y en la otra la tocó sobre el arquero y cuando disparó al arco dio en un defensor que cerraba.

Como a los 25 minutos, los ecuatorianos cometieron el error mas insólito de su candidez defensiva constante. Cabecearon para atrás y dejaron a Lio Messi solito y solo con el arquero sin ningún rival a la vista. Pensó, midió, calculó y la pelota dio en el palo.

Siguió yendo Argentina, sin mayores ideas, apostando a las carencias rivales. Hasta que Messi de cachetada la puso para Nico González, el arquero Galíndez salió rápido y bien a taparlo, el robote le cayó a Messi que de modo soberbio habilitó a Rodrigo De Paul que entraba por la derecha solito y definió, senero, para poner el justo 1 a 0.

Volvió a llegar Argentina, aunque también lo hizo Ecuador con un par de centros complicados, que sobraron al siempre flojo Otamendi. Resolvió con altura el Dibu Martínez.

La última del primer tiempo fue para Argentina, vino el centro y Gonalez cabeceó solo, otra vez respondió Galídez, el rebote le volvió a González y Galídez lo volvió a tapar.

El segundo tiempo empezó muy diferente. Alfaro metió un par de cambios y Ecuador atropelló. También Argentina se metió atrás como esta haciendo en los últimos partidos. Y no se protegió bien. Los dejó venir.

Los pobres muchachos de Ecuador a empujones trataron. Tuvo Valencia un mano a mano con ángulo muy cerrado y tapó bien el Dibu Martínez. 

A los 25 minutos Lionel Scaloni metió dos cambios que mejoraron sustancialmente a la Argentina. Entró Guido Rodríguez y entró Ángel Di María. Rodríguez generó equilibrio en la mitad y respaldó algo que fue sustancial: presionar arriba a unos defensores que no saben que hacer con esa cosa redonda. 

El del PSG también fue importante en esa presión. Lo que Dibu le había tapado a Valencia a los 12 se lo volvió a tapar pero a Plata, del otro lado a los 35 del segundo tiempo. 

Pero a los 38 el cambio de estrategia de Scaloni resultó. Presionó Di María, la perdió un muchacho ecuatoriano que tendía a perderla incluso sin marca, se la dio a Messi y este a Lautaro Martínez que esta vez consiguió convertir y partido terminado.

A los 90 otra vez escapó Di María y lo tuvieron que bajar. El árbitro dio penal pero el VAR le indicó que era afuera del área. Expulsión por último recurso y tiro libre que Messi transformó en un hermoso gol.

Fue 3 a 0, contra un rival flojo para ser generoso. Posiblemente haya que hacer algo más para pasar a Colombia en la semi. Por ahora a disfrutar que llegamos hasta ahí.