Trabajadores que reclaman por libertad gremial y por el cumplimiento de fallos de la Justicia en empresas del Grupo Clarín bloquearon durante doce horas una planta del diario porteño. También se vio involucrado el periódico La Nación.

Representantes de la oposición, del empresariado, de la cultura, el espectáculo y el deporte repudiaron el bloqueo, que impidió la distribución de esos matutinos.

La protesta se extendió hasta las tres de la madrugada, en el caso de La Nación, y hasta el mediodía en la planta de impresión de Clarín.

Según la oposición y los medios afectados, el Gobierno “desoyó las órdenes de la Justicia de impedir nuevos bloqueos a esas empresas y minimizó el episodio”.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, recordó que se trata de “un conflicto laboral”.

El Grupo Clarín presentó dos denuncias penales y una contravencional, en las que destacó que la medida le ocasionó “un daño irreparable”.
Hugo Moyano aseguró que no tuvo nada que ver con los piquetes.

Recordó que “fue una protesta de trabajadores despedidos” y consideró “un absurdo total” vincularlo con el hecho.

Off the record, los trabajadores se quejan por la utilización política del tema de parte de Clarín y del Gobierno.

El Ministerio de Trabajo citó para este lunes a los empleados de Artes Gráficas Rioplatenses y a integrantes del Grupo Clarín a una negociación.

Por Continental, Alberto Fernández enfatizó que “es necesario que quede claro que el Ejecutivo no tiene nada que ver ni avala esas actitudes”.

Para el ex jefe de Gabinete kirchnerista, “hubo un tiempo en Argentina donde los piquetes aparecieron para llamar la atención de la sociedad. Eran los años donde el 60 por ciento de los argentinos eran pobres. Es un método desesperado que sólo puede ser entendido en un contexto desesperado; en el presente es inadmisible”, reflexionó.

En Magdalena Tempranísimo, recordó que “la presidenta dijo que prefiere soportar las mentiras que se publican antes que silenciar a un mentiroso”. Por eso, añadió, “quisiera que el Gobierno diga algo”.

Fernández subrayó que éste sí “es un conflicto gremial”, pero insistió en que “no es este el medio. Además se trata de un medio que está contra el Gobierno”.

“No faltará algún idiota que dirá que salgo a defender a Clarín”, concluyó el ex funcionario.