Una investigación hecha por científicos del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) en Zúrich, refuerza la teoría de que la Luna fue parte del planeta Tierra en algún momento y que se desprendió del mismo luego de una colisión masiva entre el planeta y otro cuerpo celeste.

El estudio determinó que la Luna heredó gases nobles como helio y neón, que son propios y autóctonos del manto terrestre, esa capa que se encuentra entre la corteza terrestre y el núcleo externo de la misma. Este descubrimiento refuerza la idea de que el satélite natural se desprendió de la Tierra hace muchos años.

Estos indicios se encontraron tras analizar material basáltico de la Luna que tienen una sorprendente similitud con las rocas de la Tierra, lo que fue un primer paso hacia la teoría que sigue ganando fuerza conforme pasa el tiempo y los estudios descubren nuevas conexiones.

“Encontramos criptón y xenón en otros meteoritos que se han estrellado contra nuestro planeta: pedazos de asteroides que pueden haber sido los componentes básicos de planetas como la Tierra. Si también podemos encontrar esos gases en los meteoritos lunares, podemos comparar sus composiciones y ver la correspondencia”, indicó Ray Burgess, geoquímico de la Universidad de Manchester y revisor de la actual investigación que se publicó en Science Advances.