El presidente de Estados Unidos, Barack Obama , defendió en la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la que participan 193 países, su guerra contra Estado Islámico en Siria e Irak al argumentar que la organización jihadista "sólo entiende el idioma de la guerra".

"Estados Unidos trabajará con una amplia coalición para desmantelar esta red de muerte. Hoy le pido al mundo sumarse a este esfuerzo", agregó el mandatario demócrata en un discurso en el que además aseguró que no desplegará tropas en "territorios extranjeros".

"Nos encontramos reunidos en una encrucijada entre la guerra y la paz, entre el desorden y la integración, entre el miedo y la esperanza", comenzó el discurso del presidente, que habló después de su par de Brasil, Dilma Rousseff.

En ese sentido, habló del "fracaso del sistema internacional" y exigió a los líderes presentes que decidan entre dos opciones: "Si las naciones aquí presentes hoy van a poder renovar los principios fundacionales de las Naciones Unidas o si se van a unir para rechazar el cáncer del violento extremismo".

"Hemos repetido que Estados Unidos no está en guerra contra el Islam. El Islam enseña paz. Los musulmanes quieren vivir en paz y con justicia. Rechazamos toda idea de que haya un choque de civilizaciones. Creer en una guerra religiosa permanente es el refugio de quienes promueven el fanatismo y el odio", agregó Obama.