Abbas explicó que inició "contactos intensivos" con grupos regionales de Naciones Unidas con el objetivo de introducir dicha resolución en el máximo órgano de decisión del organismo internacional, en concordancia con sus esfuerzos políticos y diplomáticos para lograr una solución negociada al conflicto.

La resolución, según las palabras de Abbas que fueron reproducidas por el canal web de la ONU, buscará terminar con la ocupación de Israel de los territorios palestinos, lograr una solución de dos Estados con Jerusalén Este como capital de Palestina, y lograr un acuerdo sobre la situación de los refugiados.

"Esto sería vinculado a una inmediata reanudación de las negociaciones entre Israel y Palestina para demarcar las fronteras, alcanzar un acuerdo detallado e integral y esbozar un tratado de paz entre las partes", dijo.

El documento también incluiría un calendario con tiempos específicos con el fin de que se cumplieran los compromisos, informó el mandatario.

"Es hora de que esta ocupación con asentamientos termine, la hora de la independencia de Palestina ha llegado", dijo el líder palestino en el esperado -y en algunos tramos duro- discurso.

Un día antes, las facciones palestinas rivales Al Fatah y Hamas acordaran que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) -encabezada por Abbas- asuma el control de Gaza, desde 2007 controlada por Hamas.

El mandatario palestino reservó varios tramos de su discurso a la operación militar "Filo Protector" y acusó el gobierno de Benjamín Netanyahu de cometer "crímenes similares al genocidio" durante los ataques que dejaron poco más de dos mil palestinos muertos, la mayoría civiles y centenares de ellos niños y mujeres.

"No había motivos para un enfrentamiento y ésta fue la tercera guerra racista en cinco años", dijo el titular de la ANP quién calificó la maquinaria de guerra israelí como "racista y colonialista", tras advertir que Palestina y los palestinos "no olvidarán ni perdonarán la masacre perpetrada a ojos y oídos de todo el mundo".

Insistió en que la principal pre-condición para el éxito de cualquier plan de paz es el fin del bloqueo israelí que durante años "asfixia a la franja de Gaza y la ha convertido en la mayor prisión del mundo, con casi dos millones de palestinos".

Luego, subrayó su compromiso para consolidar el alto el fuego en Gaza "mediante negociaciones bajo los auspicios de Egipto", pero alertó que "para evitar que se repita el ciclo de guerra y reconstrucción" cada tres años, es "imperativo" entender que "el sufrimiento de Gaza no se aliviará" sin la independencia de Palestina.

Recordó que los palestinos y todos los países árabes han venido advirtiendo sobre "las desastrosas consecuencias" de permitir que Israel actúe como un estado por encima de la ley "con impunidad, y absuelto de cualquier responsabilidad o castigo por su política", lo que proporcionó terreno fértil y un ambiente propicio para el crecimiento del extremismo, el odio y el terrorismo.

Para Abbas, enfrentar al terrorismo en la región "como el Estado Islámico (EI) y otros que cometen atrocidades, requiere mucho más que la confrontación militar y mucho más que condenas y declaraciones".

Lo que se necesita -añadió- es una estrategia integral y creíble que erradique las fuentes de este terrorismo en todas las esferas políticas, intelectuales, económicos y sociales, una estrategia que constituye una "tarea colectiva" que se lleva a cabo con "la alianza de naciones, pueblos y civilizaciones".

Se requiere -concluyó el líder palestino- "poner fin a la ocupación israelí de nuestro país, lo que constituye, en sus procedimientos y perpetuación, una forma abominable de terrorismo de Estado y un caldo de cultivo para la incitación, la tensión y el odio".

El discurso del octogenario y emblemático lider palestino, con el trasfondo del reciente acuerdo entre Al Fatah y Hamas por el control de Gaza, había generado grandes expectativas en los sectores palestinos, pero la falta de precisiones y plazos específicos de sus demandas le granjeó críticas en la prensa local que aseguró que sus palabras ofrecieron "pocas ideas nuevas y aún menos estrategias", según editorializó la agencia palestina Ma'an.