Comenzó en Seúl la reunión del Grupo de los 20, en medio de un clima tenso por la llamada guerra de divisas.

Cristina Fernández pidió “evitar la competencia entre países ricos y emergentes”.

Dijo que “la cooperación es la clave para abordar la crisis internacional”.

Reclamó “que los países desarrollados asuman responsabilidades y no reclamen a las naciones en desarrollo frenar sus economías”.

Manifestó su decisión de convencer a la sociedad que lo único que no podía caer era el consumo interno.