Francisco volvió a dar otra de sus muestras de humildad e informalidad al salir de la Nunciatura Apostólica, donde se aloja en Quito, para rezar en la calle con los fieles que hacen vigilia en ese lugar.

"Voy a bendecirlos para que vayan a descansar y dejen dormir a los vecinos", les dijo el Papa según señalan algunas personas en cuentas de Twitter. El Sumo Pontífice rezó el "Padre nuestro" e ingresó nuevamente, pero dejó a los feligreses contentos y emocionados.

Imágenes en las redes sociales muestran a Francisco con los brazos abiertos y a fieles frente a él, en una aparente ruptura del riguroso protocolo que suele aplicarse en este tipo de desplazamientos del sumo pontífice.