El papa Francisco exhortó a los religiosos a “no caer en el alzheimer espiritual” para conservar la memoria de sus orígenes y la gratuidad de su servicio pastoral, durante la visita a la parroquia de El Quinche, ubicada al este de Quito, su última actividad en Ecuador antes de su partida hacia Bolivia.
 
“Hoy tengo que hablarle a los sacerdotes, a los religiosos, a los seminaristas, a los obispos y decirles algo, tengo un discurso preparado pero no tengo ganas de leer”, dijo el pontífice.
 
En sus palabras habló primero de “seguir el camino de la gratuidad” por lo que les pidió que “no cobren la gracia, que la pastoral sea gratuita”.
 
“Entonces cuando me cambian de destino o cuando hay una dificultad no pataleo, porque todo es gratis, no merezco nada”, añadió en el santuario de la Virgen de El Quinche, un lugar muy arraigado en la devoción popular ecuatoriana.
 
En su mensaje a los religiosos, el Santo Padre también criticó cuando estos caen en un “alzheimer espiritual” que les hace perder “la memoria de dónde salieron”.
 
“Es triste cuando uno ve a un sacerdote o un consagrado que en su casa hablaba su dialecto, una de esas nobles lenguas nativas que tienen los pueblos, y luego se olvidan de la lengua; cuando no la quieren hablar significa que se olvidaron de dónde salieron”, apuntó.
 
“Primero el servicio, no decir que tengo mis tiempos o mis cosas, que cierro el despacho antes, que tendría que bendecir las casas pero estoy cansado u hoy pasan una telenovela linda por televisión, esto para las monjitas”, manifestó Francisco, que se ganó las sonrisas y aplausos de los fieles y religiosos presentes.
 
"Seguro que son pecadores, yo también, pero el Señor perdona todo", agregó.
El pontífice también realizó un breve balance de su visita a Ecuador: "En todos los lugares donde voy siempre el recibimiento es alegre, contento, cordial, religiosos y piadoso", aseguró.
 
"Pero acá había algo distinto en la piedad, en el modo por ejemplo de pedir la bendición desde el más viejo hasta las guaguas (bebés o nenes en vocablo tomado del quechua y de la lengua aimara). Tuve la tentación de preguntar cuál es la receta de este pueblo", afirmó.
 
Tras la visita al santuario Francisco se trasladó hasta el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito, donde el presidente Rafael Correa lo despidió en una ceremonia musicalizada por los coros y la orquesta de la Fundación Sinfónica Juvenil del Ecuador.