El ministro de Economía, Amado Boudou, desestimó completamente un "giro brusco para ningún lado" en la cotización del peso. Lo hizo en un contexto en el que Brasil se ve acuciado a depreciar el real, que la política antiinflacionaria ortodoxa de ese país no ha hecho más que apreciar en el contexto de la crisis financiera de los países centrales del norte. La apreciación del real ha favorecido la competitividad de la economía argentina, cuyo principal mercado comprador es la República Federativa.

"No va a haber saltos bruscos para ningún lado", enfatizó el compañero de fórmula de la presidenta Cristina Fernández de cara a las elecciones de octubre. En la Argentina, el peso se viene depreciando pero a un ritmo lento, ya que a fines de 2010 el dólar cotizada a 3,97 y ahora se pacta a 4,20, por lo que en lo que va del 2011 se devaluó un 5,8 por ciento.

Boudou hizo sus declaraciones en Córdoba, provincia adonde concurrió para participar de la Exposición Agropecuaria e Industrial. El ministro de Economía destacó que, en medio de la crisis financiera mundial, la intención del Gobierno de Cristina Fernández es "fortalecer la relación con los hermanos sudamericanos. Lo importante es que no necesitamos planes de apuro porque llevamos 8 años trabajando en temas de fondo, como el desendeudamiento", subrayó.

En otro orden, Boudou cuestionó los dichos de Hugo Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina, a Perfil sobre que la gente votó a Cristina Fernández en las primarias porque "mira el programa de Marcelo Tinelli, y, si puede pagar el plasma, no le importa nada más". "Me gustaría verlo como una decisión de los argentinos, porque esta idea de lo sectorial nos ha enfrentado por 200 años y lo estamos superando", objetó, y reflexionó que "hacer una lectura sectorial es buscar enfrentamientos".