El ministro de Economía y candidato a la vicepresidencia por el Frente para la Victoria, Amado Boudou, cuestionó a la calificadora de riesgo Moody’s por su baja en la calificación al sistema bancario argentino.

Por Continental, recordó que “las calificadoras están en el centro de los problemas de la economía mundial. Ellos nos dirigieron hacia la burbuja de la hipoteca, el sobreendeudamiento de Europa”. Evidencian una “falta de profesionalismo total, (un cambio de calificación) siempre forma parte de algún negocio extraño, así que, como mínimo, es una falta de profesionalismo, porque el sistema financiero funciona muy bien. Los argentinos no tenemos un nivel importante de endeudamiento, ni en el sector público ni en el privado”,

En La Mañana, criticó a Clarín y La Nación, de los que dijo, a propósito de las tapas sobre el incremento de su patrimonio, que realizan “operaciones mediáticas berretas, de mala fe. Los dos (diarios) pusieron que mi patrimonio había crecido un 74 por ciento... Yo declaré que tengo 145 mil pesos y ellos dijeron que eran dólares. Es un error burdo o es gente que no está capacitada o con mucha malicia cometieron el mismo error...”, acotó, y consideró una “vergüenza” el análisis que se hizo del patrimonio del titular de la Anses, Diego Bossio, al recordar que “el patrimonio es la diferencia entre el activo y el pasivo, lo que se tiene y lo que se debe” y que “lo que hay que medir en este caso es la diferencia” entre ambos parámetros.

"Yo declaré que tengo 145 mil pesos y ellos dijeron que eran dólares. Es un error burdo o es gente que no está capacitada o tiene mucha malicia", enfatizó el ministro de Economía y candidato a la vicepresidencia del FpV.

Denunció “una movida muy fuerte de sectores de la oposición y de la prensa por buscar el ajuste en Argentina...Esto no es nuevo, ha tenido muchas manifestaciones, se dio con Cavallo, De la Rúa, Machinea... siempre hubo una connivencia entre una parte de la prensa que decide cuáles son los economistas serios y cuáles no”. También remarcó que “no hay fuga de capitales si se mira en términos netos”, es decir, comparando los dólares que salen del país con los que entran.