A pesar de una década de alto crecimiento económico, según se difundió sobre los datos del último Censo 2010, la población en villas continúa creciendo en forma significativa.

Ramón Giménez habita la Villa 31, del barrio de Retiro de la ciudad de Buenos Aires. Hace un tiempo atrás intentó dejar el asentamiento pero luego desistió y hoy vuelve a elegir vivir en la villa.

Fuera del asentamiento, “me hice de un buen trabajo en una fábrica y gracias a eso pude juntar un dinero para acceder a un alquiler” fuera de la villa, contó en La Vuelta.

Pero Ramón explicó que “cada seis meses me aumentaban la renta y a eso hay que sumarle los servicios básicos”, algo que, dijo, le impedía seguir adelante con ese modo de vida.

“El alquiler en Capital, para una famlia tipo no baja de los 1.800 pesos. Me salió una oportunidad para alquilar aquí dentro y ahora pago 800 pesos”, dijo.

Giménez se inscribió en varios planes de viviendas “pero para el gobierno de la ciudad no soy prioridad; tendría que tener un chico discapacitado o estar mi mujer sola con los chidos”.

“El plan de viviendas no existe en el gobierno de la ciudad”, enfatizó el hombre.

Ahora, Giménez está en “una situación de alquiler con opción a compra”. “Mucho no me alegra porque sigue siendo villa pero es la única solución”.