Un estudio paneuropeo sobre "Infidelidad y evolución de las relaciones no monógamas en España y Europa", realizado con más 6.000 personas de las que mil eran españolas para Gleeden, la plataforma de encuentros extraconyugales líder en Europa, con la finalidad de descubrir hacia dónde van las relaciones sentimentales de los españoles y comparar la situación con las del Reino Unido, Alemania, Bélgica, Italia y Francia.

El resultado indica que casi el 60% de la sociedad española no tiene claro los tipos más básicos de relaciones no monógamas que existen: las más conocidas en toda Europa son las relaciones swinger: un 43% de españoles sabría definir una relación de este tipo, aunque es el porcentaje menor en Europa.

La sexóloga Mariona Gabarra, asesora de Gleeden, afirmó que “teniendo en cuenta la falta de educación sexual en España frente al resto de Europa, estas cifras pueden considerarse alentadoras… podemos afirmar que estamos avanzando en estos aspectos”.

Los motivos que existen para probar este tipo de relaciones están más relacionados con probar nuevas experiencias que con evitar la ruptura de la pareja. Si bien es cierto que el 88% de la sociedad española no ha probado ninguna relación no monógama.

En cualquier caso, los españoles ven mejor un tipo de relación no monógama que una infidelidad, aunque siguen practicando más la infidelidad que las relaciones no monógamas.

La infidelidad en España

España es el segundo país europeo (de los participantes en el estudio) donde las personas están más satisfechos con su vida sentimental y sexual, por detrás del Reino Unido. A pesar de ello, sólo un 25% de españoles y españolas afirma estar realmente satisfecho con su vida sexual.

El resto de españoles y españolas afirma estar simplemente conforme con ella (un 40%) o estar infeliz con su vida sexual (un 35%). Se puede concluir que “en general, el sexo no es para las parejas españolas uno de los aspectos más importantes en la relación de pareja”, afirma la sexóloga Gabarra.

Lo que sí que es común a todos los países y géneros es que las personas suelen están más satisfechas con su vida sentimental que con su vida sexual.

 Los datos reales afirman que un 42% de los hombres españoles y un 31% de las mujeres españolas han sido infieles alguna vez, lo que representa la cifra más baja de los países europeos participantes en el estudio. Destaca en todos los países que la infidelidad femenina aumenta, frente a la masculina, que disminuye.

El estudio nos muestra que 6 de cada 10 personas españolas que ha sido infiel no se arrepiente. De esta manera, el 17% de hombres españoles y el 10% de las mujeres serían infieles si supieran que no les pillarían. Además, un 24% de ellos y ellas se lo podrían llegar a plantear, de manera que tenemos a un 37% de la sociedad española que sería infiel o se lo podría plantear. En cualquier caso, es la cifra más baja de Europa: los europeos más predispuestos a la infidelidad son los franceses y los belgas.

Estas cifras varían con la edad: la franja entre los 25 y 34 años tiene un porcentaje muy alto de personas que consideran que se puede ser fiel toda la vida. “Son edades en las que las parejas desarrollan sus planes de futuro y están en el momento de más realización y motivación”, afirma Mariona Gabarra.

Sin embargo, la franja de edad entre los 45 y los 54 años es la que más se plantearía una infidelidad “ya que, en esa etapa, por norma general, la pareja ha caído en la rutina”, afirma Gabarra. “No sabemos cuidar las relaciones y mantenerlas activas porque nadie nos ha enseñado”, concluye la sexóloga, asesora de Gleeden.