El mundo es cada vez más desigual y la divergencia, empeorada por la pandemia, seguramente causará tensiones adicionales, resentimientos y complicará aún más las respuestas de las naciones al cambio climático, las disparidades económicas y las inestabilidades sociales, según un nuevo informe.

El Informe de riesgos globales 2022, la 17.ª edición del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y publicado el martes, advierte que la recuperación económica del coronavirus, gran parte de la cual se ha basado en la implementación de vacunas, ha profundizado las divisiones. entre las naciones y en la comunidad internacional en general.

“El mundo ha pasado por muchas cosas juntos, pero no nos estamos recuperando juntos: 2022 comienza con la mitad de la población aún sin vacunar y un repunte económico desigual que podría dividir la economía global”, dijo Emilio Franco, jefe de riesgos globales de WEF, a Al. Jazeera.

En los 52 países más pobres, hogar del 20 por ciento de la población mundial, solo el 6 por ciento de la población ha sido vacunada (en comparación con el 69,9 por ciento en las naciones de altos ingresos), según el informe del FEM.

“Es por eso que nuestro Informe de Riesgos Globales advierte sobre la divergencia global como el principal riesgo; creará tensiones a nivel nacional e internacional en un momento en que las sociedades y los países deben trabajar juntos para restaurar la confianza y desarrollar la resiliencia futura”, agregó Franco.

Además, la inflación, las interrupciones en la cadena de suministro, el aumento de la deuda y el proteccionismo están llevando a la economía mundial a aguas agitadas. Estos desafíos se ven agravados por los riesgos que plantea el cambio climático, la creciente amenaza de los ataques cibernéticos, la migración masiva y una carrera por la exploración espacial.

El brote de una nueva variante del coronavirus a fines de 2021 ha confirmado lo que muchos economistas temen: la recuperación económica mundial se encuentra en terreno inestable y cualquier interrupción podría tener consecuencias duraderas.

Para 2024, las economías en desarrollo (excluida China) habrán caído un 5,5 % por debajo del crecimiento del producto interno bruto (PIB) esperado antes de la pandemia, mientras que las economías avanzadas lo habrán superado en un 0,9 %, según el WEF.