El Ministerio de Salud emitió un alerta epidemiológico ante la detección de un caso de sarampión en la ciudad de Buenos Aires, ya que se trata de una enfermedad que no tiene circulación autóctona desde 2000. El caso se descubrió ayer: se trata de una mujer de 35 años, residente en esta ciudad, que volvió al país tras estar en Europa durante cuatro semanas.

"Si bien en la Argentina no circula el sarampión desde el año 2000, el riesgo de inserción de esta enfermedad a nuestro país es alto y permanente ya que el virus circula actualmente con intensidad en Europa, el sudeste asiático, el Pacífico oriental y África", comentó Carla Vizzotti, a cargo del Programa Nacional de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud. Como en la Argentina no se registra circulación viral de sarampión autóctona desde hace doce años, la aparición de un solo caso se considera brote.

Si bien ya se implementaron las tareas de "bloqueo de foco", que tienen por objetivo evitar el potencial contagio del virus, "es importante advertir a los equipos médicos en todo el país que resulta fundamental reconocer precozmente cada caso y que se debe informar rápidamente a las autoridades nacionales ante cualquier sospecha de esta enfermedad", agregó la funcionaria.

En los últimos años, "hemos detectado a tiempo todos los casos de viajeros que volvieron al país con sarampión, como aquellas personas que viajaron al Mundial de fútbol de Sudáfrica [en 2010] y otros pacientes que vinieron de Europa". Vizzotti remarcó la importancia de que tanto niños como adultos se vacunen contra el sarampión y la rubéola, como principal método para impedir el reingreso de esta enfermedad al país.

Las medidas de control se centran en la notificación obligatoria a las autoridades de salud, el aislamiento de adultos y niños -los chicos no deben concurrir a la escuela hasta una semana después de que aparezcan las manchas en la piel- y, en los hospitales deberá ser estricto el aislamiento respiratorio