Los blancos más afectados son los monumentos históricos, el robos de luces y bancos de plazas, destrozos de baños públicos, pintadas y rotura de calles en general.

El ministerio de Espacio Público porteño calculó, para los primeros seis meses de 2011, unos 7 millones de pesos sólo en mantenimiento y reparación de actos vandálicos. Representa un crecimiento considerable con respecto al año pasado.

Según informa un matutino porteño, en todo 2010 se perdieron entre 10 y 12 millones, que equivale a la construcción de seis plazas nuevas. En total, fueron 25 mil los daños registrados en todala Ciudad.

El ejemplo más palpable es la base del Obelisco, el momento insignia de los porteños, que tiene que ser restaurado y pintado cada dos semanas porque, en una preocupante costumbre, amanece cada quince días con pintadas y deterioros.

“El vandalismo crece porque el vecino ya no cuida el espacio público y el retiro dela Policía Federalde las calles ayuda a que los que quieren destrozarla lo hagan sin ningún tipo de problema”, se queja Diego Santilli, ministro de esa cartera. “Nos roban hasta las rueditas a los contenedores de residuos. Es una locura”, agregó.

Pero los ataques no sólo apuntan a los monumentos públicos: las pegatinas de carteles en semáforos, columnas de luz, buzones y edificios púbicos también generan una erogación muy importante de recursos: unos $520 mil pesos en lo que va del año.