Un estudio financiado por el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido y la Comisión Europea, publicado en la revista The Lancet, revela que más de 1.000 millones de personas en el mundo viven con obesidad en la actualidad. La investigación, realizada por la Colaboración sobre Factores de Riesgo de ENT (NCD-RisC), mostró un preocupante aumento en las tasas de obesidad, especialmente entre niños y adolescentes, así como en adultos.

En un análisis de datos de más de 220 millones de personas en más de 190 países, se observó que la obesidad se ha convertido en la forma más común de desnutrición en muchos lugares, superando a la insuficiencia ponderal. Esta tendencia se ha acentuado en naciones insulares del Pacífico y el Caribe, así como en países del Medio Oriente y Norte de África.

El estudio resalta la importancia de mejorar la disponibilidad y accesibilidad de alimentos saludables y nutritivos para abordar eficazmente el problema de la obesidad y la desnutrición. El profesor Majid Ezzati, autor principal del estudio, expresó su preocupación por el aumento de la obesidad en niños y adolescentes, destacando la necesidad de promover dietas saludables y la actividad física desde la infancia.

El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó la importancia de prevenir y controlar la obesidad a lo largo de la vida, mediante políticas respaldadas en evidencia científica. El estudio también señala la relación entre la obesidad y desafíos como el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y conflictos globales, que pueden agravar la situación.

En conclusión, el análisis destaca la urgencia de implementar cambios significativos en las políticas de nutrición a nivel global, especialmente en regiones con altas tasas de obesidad y desnutrición. La investigación subraya la importancia de abordar este problema de manera integral para garantizar un futuro más saludable para la población mundial.