Miles de años atrás, el continente europeo fue testigo del encuentro de dos especies: el Homo sapiens, recién llegado de África, y el H. neanderthalensis (conocido de manera más popular como Neandertal). Mientras el primero supo adaptarse a las condiciones diversas del planeta y aprovechar los recursos a su favor, el segundo se extinguió de manera irremediable. Un estudio llevado a cabo por los antropólogos españoles Jordi Augustí y Xavier Rubio-Campillo sugiere que la causa de ello pudo haber sido la práctica del canibalismo.

Antes de realizar el estudio, los expertos partieron de los tipos de canibalismo existente: el endocanibalismo y exocanibalismo. El primero se refiere a la tendencia de un grupo a alimentarse de personas de su mismo clan o grupo social, por diversas razones como pueden ser la religión o una necesidad extrema para sobrevivir. El exocanibalismo se refiere a la costumbre de alimentarse de personas de grupos sociales ajenos.

Los expertos señalan que ambos tipos de canibalismo se dieron en condiciones muy específicas y en momentos de necesidad extrema (hambruna, cambios climáticos, etcétera). En condiciones normales, cuando los alimentos abundaban, el canibalismo no era visto como una fuente de supervivencia.

Una de las causas más importantes por la que los neardentales habrían recurrido al canibalismo, se publicó en la revista Journal of Archaeological Science, firmada por los investigadores Alban Defleur, de la ENS de Lyon, y por Emmanue Desclaux, del Laboratorio departamental de Prehistoria del Lazaret, en Niza. Ambos sugieren que esto se debió al cambio climático que se produjo al final de la glaciación de Riis, la penúltima era glacial del Pleistoceno.

En la misma, la temperatura del planeta había subido varios grados, el nivel de los océanos ascendió varios metros y los hielos se habían retirado de gran parte de Europa. Hubo una redistribución geográfica de la flora y la fauna que provocó que los grandes mamíferos emigraran hacia climas más fríos.

Esto causó que los neandertales tuvieran que recurrir al canibalismo para sobrevivir, pues se quedaron sin su principal fuente de alimento. Recordemos que esta especie era cazadora-recolectora por excelencia.

La cueva de Moulan-Guercy, donde se hallaron los restos de neandertales en 1991, es el yacimiento en el que esta práctica está mejor documentado. En ella se hallaron restos humanos con cortes en los huesos, así como herramientas destinadas a este propósito.