Tras dos intensos días de negociaciones, los trabajadores de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) levantaron la protesta que mantenía bloqueadas las plantas de transferencia y los rellenos sanitarios.

La decisión ocurre cuando la ciudad amaneció por segundo día consecutivo repleta de desechos. Ya ayer comenzó a notarse la acumulación de basura en las calles porteñas, especialmente en los barrios del Norte, como Belgrano, Núñez y Colegiales y Palermo, donde se produce más desechos que en el resto. En total, los vecinos de la Capital generan 6000 toneladas diarias de residuos.

Anoche, buena parte de los camiones que recolectan la basura domiciliaria en la Capital aún estaban cargados con las bolsas levantadas el viernes y formaban largas colas en los accesos a las plantas de transferencia, lo que impedía que cumplieran con el cronograma del domingo. Ese panorama empezó a solucionarse esta mañana, aunque demandará varios días la normalización total del servicio.

El reclamo ocurre en momentos en que ningún partido del conurbano está dispuesto a ceder tierras para la apertura de nuevos rellenos y mientras la reducción de la basura a través del reciclado aún no muestra avances significativos. Eso deriva en una disputa política que tiene a la disposición final de la basura como habitual escenario de batalla.

Para paliar la inminente crisis por las demoras en la recolección, sumado al calor, con temperaturas máximas cercanas a 30°C durante el fin de semana, el gobierno porteño dispuso en la víspera un operativo de emergencia con una decena de camiones y operarios que circulan por puntos críticos.