Fueron más de 10.000 en apenas dos meses. Así, el organismo gana tiempo y lleva a la larga los reclamos, señaló por Continental Eugenio Semino, ombudsman de la Tercera Edad.

Mientras aún continúa viva la polémica por la comparación que hizo la semana pasada la presidenta Cristina Fernández de las demandas de los jubilados con los fondos buitres, la Cámara de la Seguridad Social quedaba nuevamente inundada de expedientes de jubilados.

Este año, las apelaciones de la ANSeS son récord. Hasta octubre ingresaron en la Cámara 39.115 apelaciones, a pesar que ya en 2008 por la Resolución 955 de la Secretaria de Seguridad Social la ANSeSquedó autorizada a no apelar los fallos que fuesen similares al caso Badaro y a desistir de las apelaciones ante la Corte Suprema por las demandas de docentes.

En tanto la cantidad de juicios de jubilados y pensionados contra el Estado no para de crecer. Este año, hasta octubre ingresaron en el fuero porteño de la Seguridad Social unos 70.000 nuevos juicios de jubilados, mientras los jueces de primera instancia dictaron unas 40.000 sentencias y la ANSeS pagó unos 20.000 casos.

Esos juicios no son fabricados por abogados “caranchos” ni impulsados por jubilados “buitres” ni resueltos por jueces “buitres”.

Se basan en el incumplimiento por parte de la ANSeS de la legislación previsional y se incrementaron a partir de los fallos de la Corte Suprema que cuestionaron el semicongelamiento de los haberes previsionales que hubo entre 2002 y 2006 (caso Badaro).

La Corte reconoció por esos años un ajuste del 88,3% cuando los aumentos fueron del 10 y 21%, enfatizó Semino en Magdalena Tempranísimo.

También la Corte impugnó el mal ajuste de los sueldos que se toman como base para determinar el haber inicial del jubilado (caso Eliff). Y reconoció a los docentes el 82% (caso Gemelli).

Por eso, en total, los Tribunales de la Capital Federal y del interior del país acumulan 534.747 demandas, sin incluir los recursos presentados por los retirados o pensionados de las FF.AA., Policía o Fuerzas de Seguridad. De este total, 338.145 son expedientes considerados “activos” porque registran movimientos en los dos últimos años. El resto son “pasivos” porque no tienen movimientos en los últimos 24 meses y eso puede deberse a que el jubilado o el pensionado demandante falleció, la demanda no presentó pruebas u otras razones.

La mayoría de los juicios “activos” es por reajuste de haberes, por mala liquidación o por ejecución de sentencias por la demora en el pago del fallo.

Por ese motivo, el Estado acumula una enorme deuda interna. Actualmente, las sentencias que la ANSeS paga rondan en promedio los $ 160.000 por jubilado (retroactividad) a lo que se agrega el reajuste del haber (más del 50%).