Científicos de los Institutos Gladstone, en San Francisco, California, Estados Unidos, han descubierto que las células T (linfocitos, responsables de coordinar la respuesta inmune celular) derivadas de la sangre son resistentes a la principal causa de muerte celular en la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

En tanto que las células T en los tejidos linfoides son más susceptibles y su muerte lleva a la progresión de la infección por VIH al sida. Así, el VIH podría ser una patología de los tejidos linfoides en lugar de la sangre. Aunque el 98% de las células T CD4 se encuentran en los tejidos linfoides, casi todos los estudios anteriores sobre el VIH se han realizado utilizando células de la sangre.

Los investigadores dicen que estos últimos hallazgos, publicados en Cell Host & Microbe, deberían provocar un mayor uso de las células T de los tejidos linfoides para estudiar los efectos patógenos del VIH, ya que las células de la sangre, que son más fáciles de obtener, no recapitulan toda la biología fundamental de las células del tejido linfoide. "Estos resultados indican que el VIH es una enfermedad de los tejidos linfoides, no de la sangre", afirma el autor principal del trabajo, Warner C. Greene, director del Instituto Glandstone de Virología e Inmunología.

"Por lo tanto, se debe poner mayor énfasis en el estudio de la infección por el VIH dentro de estos tejidos linfoides, que es donde el virus se replica y se difunde. A lo largo de los últimos 30 años, los científicos han estudiado ampliamente el VIH utilizando células de la sangre debido a la facilidad de su adquisición, por lo que puede ser que nos hayamos perdido la biología significativa y fundamental. Por ejemplo, si hubiéramos restringido nuestra investigación con las células derivadas de la sangre, nos habríamos perdido la vía principal de la muerte celular que trabaja durante la infección por el VIH", resumió.