Un estudio realizado por científicos de la Universidad de São Paulo (USP, Brasil) ha revelado interesantes hallazgos sobre la Subida del Río Grande (RGR), una formación geológica sumergida en el Océano Atlántico Sur, a unos 1.200 km de la costa de Brasil. Según esta investigación, la RGR fue en el pasado una gigantesca isla tropical, abundante en minerales y cubierta de vegetación. Los geólogos dataron los sedimentos de esta formación entre 45 y 40 millones de años atrás.

El estudio, que ha llevado casi una década de investigación, ha sido publicado en la revista Scientific Reports y proporciona nueva información sobre la geología de la RGR, que tiene una superficie aproximadamente equivalente a la de España.

Los investigadores analizaron muestras de sedimentos del fondo marino obtenidas a unos 650 m de profundidad en la RGR occidental, caracterizando sus propiedades mineralógicas, geoquímicas y magnéticas. Encontraron que las muestras contenían principalmente arcilla roja con minerales típicos de alteraciones de rocas volcánicas tropicales, como caolinita, magnetita, hematita y goethita.

El equipo de investigación, compuesto por científicos del Instituto Oceanográfico (IO) de la USP y de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, recolectó las muestras durante expediciones científicas en el RRS Discovery y el Alpha Crucis, financiadas por la FAPESP.

Los geólogos concluyeron que la RGR fue en su momento una isla, formada hace entre 30 y 40 millones de años en condiciones tropicales. La región ahora se debate si debe incluirse en la plataforma continental legalmente reconocida de Brasil.

Los científicos se han centrado en la porción occidental de la RGR, utilizando tecnología avanzada como vehículos submarinos autónomos y operados por control remoto para mapear la región con detalle. Estos estudios han revelado la presencia de suelo tropical entre las coladas de lava volcánica, indicando un clima cálido y húmedo en la región hace menos de 40 millones de años.

La RGR ha despertado interés debido a su potencial económico, ya que se han detectado zonas ricas en minerales como cobalto, níquel, litio y tierras raras, fundamentales para la transición hacia energías renovables. Sin embargo, es crucial comprender los servicios ecosistémicos y procesos naturales de la región para evaluar los impactos ambientales y adoptar medidas de protección adecuadas en caso de desarrollo económico.