Una ola de calor sin precedentes azota Brasil, dejando récords alarmantes en varias ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo. En Río, se registró una sensación térmica de 62,3 ºC, la más alta en una década, mientras que en Sao Paulo se vive el marzo más caluroso de su historia.

Los habitantes de Río de Janeiro se vieron afectados por temperaturas extremas, con indicadores que superaron los 55 ºC en distintas zonas de la ciudad. Las playas icónicas como Ipanema y Copacabana estaban repletas, y las autoridades emitieron recomendaciones para hacer frente al intenso calor. Por su parte, en Sao Paulo se alcanzaron temperaturas de 34,7 °C, marcando un récord histórico para un mes de marzo.

Mientras tanto, en el sur de Brasil, las fuertes lluvias causaron estragos, con pronósticos de continuación de las precipitaciones intensas en la semana próxima. Se esperan condiciones de alto riesgo en el Centro-Sur del país debido a tormentas y posible caída de granizo. Estos fenómenos extremos se atribuyen al cambio climático y al fenómeno de El Niño, que han generado inestabilidad meteorológica en la región.

En medio de esta situación, Brasil registró un récord de demanda instantánea de energía, alcanzando los 102.478 megavatios, principalmente debido a las altas temperaturas en todo el país. El 92,5 % de esta demanda fue cubierta por fuentes renovables, destacando la importancia de la energía limpia en medio de crisis climáticas como esta ola de calor.