Algunos estudios han demostrado que las personas adultas que no tienen sexo durante largos periodos pueden desarrollar problemas de autoestima, estrés, ansiedad y hasta dificultades para dormir. 

Cabe aclarar que la actividad sexual no se reduce únicamente a la penetración. Dicho esto, algunos de los efectos de la falta de sexo en el cuerpo son:

1) Disminución de las defensas del sistema inmunitario: quienes tienen relaciones sexuales con más frecuencia suelen tener niveles más elevados de anticuerpos contra gérmenes y bacterias. 

2) Problemas de estrés y ansiedad: el sexo es una práctica positiva para la salud en general, entre otras cosas, porque da placer y disminuye los niveles de estrés y ansiedad. 

3) Disminuye la libido: no tener ninguna actividad sexual durante mucho tiempo puede provocar que la persona pierda el interés en el sexo por completo. 

4) Atrofia vaginal: en el caso de las mujeres, sobre todo en la menopausia, se puede presentar el adelgazamiento y resequedad de las paredes vaginales por falta de estrógenos. 

5) Riesgo de cáncer de próstata: una investigación del Instituto Nacional de Cáncer de EE. UU. encontró que las relaciones sexuales disminuyen los riesgos de padecer cáncer de próstata, pues quienes eyaculaban al menos 21 veces al mes presentaron un riesgo tres veces menor de sufrir esta enfermedad. 

Finalmente, es importante repetir que no existe una frecuencia estipulada para tener relaciones sexuales, esto depende de cada persona, sus valores y creencias.