n su poema Así fue como le salió la joroba al camello , el escritor Rudyard Kipling recomendaba la jardinería como remedio para el mal humor. Posiblemente no habría visto con buenos ojos lo que los expertos describen como un "creciente mercado" de aparatos que pueden cuidar el jardín por uno.

A principios de año, varios nuevos robots cortacésped aparecieron en el mercado internacional de la mano de marcas como Honda, Robert Bosch y John Deere. Miimo es el primer robot comercial de Honda y se lanzó para uso doméstico, aunque cabe decir que los robots cortacésped rondaban en el sector hace tiempo. De hecho, la marca suiza Husqvarna lanzó su primer modelo en 1995.

Suena tentador reclinarse en una reposera con una bebida fría mientras un robot del tamaño de una tortuga pulula alrededor de tus pies cortando el pasto, pero por alguna razón, la idea no termina de despegar.

Mientras hay evidencias de que el apetito europeo por los aparatos para la jardinería está creciendo, con una expansión de un 30% el pasado año según la agencia de noticias Bloomberg, otros indicadores destacan que las ventas todavía son pequeñas.

Suena tentador reclinarse en una reposera con una bebida fría mientras un robot del tamaño de una tortuga pulula alrededor de tus pies cortando el pasto, pero por alguna razón, la idea no termina de despegar.

Mientras hay evidencias de que el apetito europeo por los aparatos para la jardinería está creciendo, con una expansión de un 30% el pasado año según la agencia de noticias Bloomberg, otros indicadores destacan que las ventas todavía son pequeñas.

El vendedor de máquinas cortacésped a través de internet Mowdirect (dedicado al mercado británico), afirma que lleva nueve años ofreciendo robots a sus clientes. Pero el más vendido, Robomow, fabricado por una firma israelí, tan sólo supone entre un 2% y un 3% de sus ventas. "No han sido publicitados agresivamente", cuenta el director Stuart Drake, "pero el año que viene se darán muchos lanzamientos".

El dueño de una tienda de tecnología sueca, Moheda Jarnhandels, dijo a Bloomberg que había vendido 60 robots cortacésped en 2012, en comparación con sólo 10 en 2007.

La industria parece apuntar con estos robots al mercado del lujo, ya que el modelo más barato, el Robomow, cuesta alrededor de US$ 1400, mientras que el Miimo, no menos de US$ 3200.


Fuente BBC MUNDO