En Villa María, Córdoba, una beba producto de inseminación artificial promovida por un matrimonio femenino fue anotada con los apellidos de sus dos madres.

La niña, llamada Angelina, nació en febrero y recién cuatro meses después pudo ser inscripta en el Registro Civil como hija de ambas cónyuges. El obstáculo formal fue que las actas de registro de personas del organismo están diseñadas para anotar como progenitores a "una doña y un don", lo que obligó a una autorización del Registro Civil provincial.

Valeria del Valle Frus, de treinta y seis años, y Daniela Bianciotto, de veintiséis, se habían casado en octubre pasado en el marco de la Ley de Matrimonio Igualitario, cuando Valeria llevaba algunos meses de embarazo conseguido por inseminación artificial.