Los familiares comenzaron a repartir cintas negras en distintos puntos de la ciudad para manifestar su reclamo de justicia a dos meses del choque pidieron celeridad a los investigadores para conocer las causas y responsabilidades en el caso.

Los peritos oficiales lograron reconstruir los instantes previos a la tragedia del 22 de febrero pasado y concluyeron que en los últimos tres minutos y medio, el conductor del tren aplicó los frenos de servicios en dos ocasiones.

La primera vez fue cuando faltaban 2.100 metros para llegar a la terminal de Once. La velocidad de la formación bajó de 70 km/h a 23 km/h al llegar al poste de los 1.850 metros. Luego el tren aceleró y llegó a a los 1.225 metros a 50 km/h. A partir de ahí comenzó la última acción de frenado que llega hasta los 350 metros finales para reducir la marcha a 27 km/h.

Desde ese momento, y durante 39 segundos, el tren circuló "a la deriva", sin frenos ni tracción, hasta impactar contra el paragolpe de la estación a una velocidad que oscila entre los 24 y 27 km/h, explicaron los peritos.