El crédito no crece, la gente tiene cada vez más dificultades para acceder a una vivienda pero las propiedades siguen subiendo de precio. “Esto ocurre porque el dólar no sube al ritmo de los costos y también hay buen nivel de actividad”, remarcó el empresario Eduardo Constantini.

“Un inmueble, de alguna forma, es un refugio de valor para gran parte de la sociedad que tiene capacidad de ahorro”, remarcó en La Vuelta.

Hoy, el metro cuadrado aumentó más de un 100 por ciento en dólares, explicó.

“En los últimos diez años la percepción de inseguridad y violencia cambió radicalmente y hay muchas zonas que se desvalorizaron”, enfatizó el empresario.

Constantini diferenció la crisis inmobiliaria de Estados Unidos con la realidad argentina actual. “Allá ocurrió que había muchas línea de crédito muy baratas y las familias y especuladores compraron en cantidad y se construyó por demás”, remarcó.

“Acá hay muy pocas líneas de crédito hipotecario a largo plazo”, agregó.

Mientras en la región el valor de la moneda aumenta, en Argentina el peso cada vez se desvaloriza más.

“Para que las clases menos favorecidas puedan acceder a una vivienda, el único camino es el crédito a 30 años, pero éste se puede dar si la inflación es muy baja”, señaló.