La directora de la escuela número 28 de Hurlingham, Mariló Di Pasquo, enfatizó por Continental que la muerte de Candela Rodríguez "deja un hueco enorme" entre quienes la conocieron.

En La Mañana, subrayó que la niña de once años que apareció muerta tras nueve días de secuestro en un descampado a menos de cuarenta cuadras de su casa "era muy alegre, colaboradora y muy querida por sus hermanos y sus compañeros".