Cristina Kirchner pidió a la Justicia que se procese por asociación ilícita a los tres detenidos por su intento de asesinato: Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Gabriel Carrizo, quien hoy figura como un partícipe secundario en el caso. Fue por eso que en un escrito que la vicepresidenta difundió en sus redes sociales mensajes detectados en el celular de Carrizo que constan en la causa desde fines de octubre.

“Recordá esta fecha”, “Esta hdp (sic) ya está muerta”, “No sabés que hicimos con esto”, “Generar miedo”, “Para que el gobierno sepa con quienes se están metiendo”, son algunos de los mensajes que hizo públicos la vicepresidenta. Incluso en la mañana del día después, el 2 de septiembre, Carrizo insistió: “Es un golpe que le dimos al gobierno” y “esto se va a poner peor".

Según lo comunicado por CFK, entre los mensajes hallados en el celular de Carrizo existe uno que dice: “Recién intentamos matar a Cristina”. Para la ex mandataria, el grupo no solo buscaba matar a la vicepresidenta sino “desestabilizar al Gobierno”.

Para la querella, los nuevos mensajes demuestran “el plan criminal que tenía un objetivo concreto: matar a Cristina ‘para obligar al señor presidente a que renuncie’”. Según decían los perpetradores, “si bajan a Cristina, bajan a la Cámpora, y con esto le damos un golpe terrible al gobierno”.

“Por ahora, está clara la participación de Carrizo, Uliarte y Sabag Montiel, pero resta averiguar la de más personas. Por una parte, están las personas a las que V.S. por ahora no ha querido investigar en lo más mínimo (Gerardo Milman) y aquella sobre las que solo ha realizado medidas insuficientes y tímidas (el referente de Nueva Derecha Hernán Carroll). Por otra parte, están individuos directamente vinculados con Carrizo, Sabag Montiel y Uliarte cuya intervención V.S. consideró ‘descartada’”, dijo la querella.

Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte
Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte

También aseguraron que Sabag Montiel, quien apuntó el arma contra Cristina aquella noche, además de un departamento en Recoleta, habría buscado trabajo en al provincia de Santa Cruz. “Es decir que el ejecutor del grupo quería ubicarse en lugares que lo colocaran cerca de la vicepresidenta o de su hijo. Estos elementos de convicción reflejan que la asociación ilícita tenía un funcionamiento bastante más aceitado y complejo del que se conoció hasta el momento”, afirmó.

El mensaje de CFK llega justo cuando mañana la Cámara Federal llevará adelante una audiencia para analizar otro de los planteos de la vicepresidenta: la recusación de la jueza María Eugenia Capuchetti, que lleva la causa desde el 1 de septiembre pasado. La ex jefa de Estado ya ha hecho públicas, también en sus redes, los cuestionamientos a la investigación de la magistrada, sobre todo desde que apareció la pista Casablanca, que apunta al diputado del PRO Gerardo Milman como autor de una frase dicha en el bar de Congreso 48 horas antes del ataque: “cuando esté muerta, yo voy a estar en la costa”.

Según los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, que representan a la vicepresidenta, “la aparición de nuevos mensajes de Carrizo obliga a tomar una serie de medidas con la mayor celeridad posible”.

Nicolás Gabriel Carrizo
Nicolás Gabriel Carrizo

La querella reclamó llevar adelante una serie de medidas urgentes: identificar a todas las personas con las que Carrizo intercambió mensajes y citarlas a prestar declaración testimonial. Ahí aparecen nombres como “Prima Vero”, “Lía” y “Kevin Bargas 2″. Pero también sugirieron que se llame a declarar nuevamente a indagatoria a Carrizo para exhibirle estos mensajes. En su momento, el jefe de los copitos había explicado que dichos mensajes solose trataban de bromas de humor negro y trató de desligarse del ataque.

Sin embargo, la jueza Capuchetti y la Cámara Federal lo procesaron como partícipe secundario del atentado. Por estas horas, su defensa buscaba que se le diera una prisión domiciliaria para poder salir de la cárcel de Marcos Paz. La jueza se lo negó. “Las nuevas comunicaciones dejan en claro que la intervención de Carrizo no fue la de un cómplice secundario, sino la de un coautor. Por eso, tras la nueva indagatoria, su procesamiento debe ser en este carácter”, afirmaron los abogados de la vicepresidenta.

Pero la querella planteó que hay que ampliar el cuadro acusatorio aún más: investigar a todos los acusados por el intento de homicidio y procesarlos por formar parte de una asociación ilícita. Aquí también se agregaría a uno de los copitos que hoy es testigo: Miguel Castro Riglos. La querella mencionó puntualmente “la necesidad de imputar a Carrizo, Sabag Montiel, Uliarte y, posiblemente, a Castro Riglos y a otras personas (recuérdese que luego del atentado Carrizo indicó “estamos con el grupo”, “todos juntos”), por asociación ilícita”.